10mar09.- Mucho he escuchado que el conocimiento de uno mismo es lo que libera pero últimamente no sé qué tanto sea el conocerte y qué tanto no.
A veces es increíble la facilidad con la que fluyo en el universo creando y manifestando mis deseos, positivos y negativos. A veces, me he dado cuenta, que me tropiezo yo sola con la venda que traigo en los ojos. A veces, sé, me quedo sentada contemplando mi vida, sufriendo o amando, sin parpadear. Y hoy me vienen a recordar que tapar mis heridas con armaduras no las sana, las aleja de mi vista pero siguen ahí. Y será que las he tapado o han realmente sanado... ¿qué me dice mi sentir? Eso es!
De repente siento que en mi apuro por construir eché un montón de basura a los cimientos tan perfectos que ya tenía; la paciencia no es una de mis virtudes, definitivamente. De repente me enojo con los mensajes que me llegan porque los siento agresivos y más me duele cuando en el fondo de mi alma me confirman que yo solicité lo que estoy viviendo, cuando veo al universo en mi cabeza de una manera en la que solamente la mente lo puede ver.
Claro que estoy enojada, enca&$/#)nada y enpu(#/)!$ada por que sé que lo que vivo yo lo creo desde la poca fe que me tengo y que si me lanzara así con fe, sin redes secretas que me detengan otra cosa sería mi vida... medito y escucho pero me enojo por mis poderes... diantres!
En fin, si la vida fuera sólo miel sobre hojuelas no necesitaríamos este cuerpo para experimentarla.
El conocimiento de uno mismo
Posted at 21:54 | Etiquetas: Vida cotidiana |
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1 comentarios:
No te enojes, pues esos poderes te han ayudado a estar en donde estás y además con esos poderes estas sirviendo a los demás y servir es amar y amar es de Dios y entonces estas manifestando el amor de Dios (tu amor). Y hablando de amor, recuerda que te amo!
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