The one with the chicken pox

23may09.- Hace una semana le salieron a mi marido unos granitos en la frente, pensé que una araña ponsoñosa se le había subido y hecho de las suyas en su pielecita. Pero ya me asusté un poquito cuando me llamó desde su trabajo para decirme que se estaba llenando todo de granitos. No lo imaginé hasta que lo ví llegar a casa y su cara parecía la de un adolescente. Con la cita en el doctor una hora más tarde comimos apresurados y fuimos al consultorio.
En la sala de espera lo veía rascarse aquí y allá inconscientemente hasta que asustado me enseñó un granito en su brazo lleno de agua. La espera se hizo un poco inpaciente hasta que por fin, media hora después, entramos a consulta.
En cuanto la doctora lo vió le pidio que se quitara la camisa y yo pensé "A ver, a ver..." pero al ver todo su torso lleno de postulitas cambié el pensamiento a "Ooohhhh!" y la doctora inmediatamente me dijo: "Qué cree que es?", y yo "Noooo!!" y ella "Sí" y mi marido volteaba como viendo un juego de tenis a vernos. Hasta que dije "Varicela!" y ella "Sí" con tono penoso.
De alguna manera mi alma descansó porque ya me andaba yo preocupando de que fuera una araña muy muy ponsoñosa y trajera el veneno en la sangre. Desde ese día hemos estado en casa, él enclaustrado a piedra y lodo y yo saliendo de repente a hacer las compras y rentar pelis.
Sé que faltan unos días más de vivir este proceso pues apenas andan las postulitas con costra y falta que sanen. Lo que sí es que ha sido todo un proceso de aprendizaje para mí también, tenerlo en casa las 24 horas después de un mes de no tenerlo. Así es la vida de hermosa.

0 comentarios: