Resulta que estoy en la tierra que me vio nacer y no faltaron más de 15 minutos que me baje del autobus en la Central del Norte para recordar porqué me fui a vivir a Guadalajara. No puedo imaginar una vida llena de estres, corajes y rutina, al menos ya no.
Y dije: "Ah!! Por eso no he querido regresar a vivir acá!"
Pero ya en el centro histórico se me antojó regresar. Las delicias de esta ciudad a veces son más grandes de lo que te molesta de ella y ahora entiendo porqué tanta gente llega para nunca irse. Y ya son más de 20 millones de habitantes!!!
Chilangolandia
Posted at 20:31 | Etiquetas: Vida cotidiana |
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
a mi me pasa siempre lo mismo, sé perfectamente por que no regresaría a vivir allá, pero también sé que no me gusta estar demasiado tiempo sin pisar chilangolandia.
Publicar un comentario