ZULEICA SANCHEZ

07ene09.- Platicando con una amiga entendí que lo que pasa es que estamos condenándonos a nosotros mismos a repetir una situación similar en el futuro.
"Claro! Ahora lo entiendo, una y otra vez desde 1985!"
Cristo, desde hace 2009 años nos enseñó el perdón ante cualquier situación "Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen", finalmente era él mismo el que los estaba perdonando, entendiendo su condición básica de soldados romanos que tenían que cumplir con su aprendizaje.
Pero a nosotros, ¿quién nos eneseña el perdón? Puede ser la misma religión pero principalmente lo aprendemos de nuestros padres. Aprendemos lo que ellos le dan al mundo, lo que vemos de su actitud ante el próximo. Repetimos patrones y creemos que así es la vida o que así tiene que ser o que son ciclos. Lo que no nos detenemos a pensar es cuántas y cuáles veces no hemos perdonado el hecho que estamos repitiendo.
Hace unos días en un grito de auxilio a Dios de mi parte él me contestó con una voz amorosa y conocida para mi: "¿De qué sirve todo lo que has aprendido si no quieres usarlo ahorita?"
Y fue mi desición; ejercer el poder de decidir que soy parte de Dios y que todo lo que he aprendido son las herramientas para seguir adelante y sobre todo perdonar-me.
Es obvio que no podemos andar por la vida diciéndole a la gente que lo perdonamos o que no, eso lo guardamos en nuestro corazón y de él saldrá la energía que inhundará al mundo y tocará el corazón de la otra persona.
La ley de la atracción funciona y bien, está en tu poder decidir qué es lo que te atraes. Te invito a que te atraigas conscientemente los perdones porque tú los estás dando sinceros, a que te atraigas los sueños y la vida en armonía que deseas porque desde dentro de ti generas tu mundo y es sólo cuestión de hacernos conscientes y decidir.